Los Omega-3 del pescado y el sistema inmunológico— Aliviando la comezón, los estornudos y el dolor

.El sistema inmunológico protege el cuerpo de invasores
del exterior como las bacterias, los virus y los alergenos,
produciendo anticuerpos específicos para cada invasor.
Una vez que el anticuerpo bloquea al intruso, pasa a
estar marcado para su destrucción y expulsión por otras
células inmunes. Otra parte del sistema inmunológico
expulsa las células infectadas y genera inflamación –la
hinchazón, el dolor, el calor, el enrojecimiento y algunas
veces la comezón –que se forma alrededor de un piquete
de insecto, de una herida o del propio tejido del cuerpo
(por ejemplo, la artritis reumatoide). Las respuestas
inflamatorias promueven la cura o cicatrización y limitan
el daño a los tejidos que pueden provenir de alguna
lesión o de algún agente dañino

Las respuestas inmunológicas en exceso preparan el
camino a varias enfermedades crónicas como la diabetes,
las enfermedades cardiovasculares, la artritis
reumatoide y la esclerosis múltiple. Son la razón de las
alergias o de la hipersensibilidad a los antígenos del
exterior como el polen o ciertas proteínas de los alimentos.
Las alergias incluyen respuestas inflamatorias en la
piel, nariz y ojos y dan como resultado dolor en las
coyunturas de la artritis reumatoide, las dificultades para
respirar del asma y la enrojecida piel irritada de la soriasis
y del eczema.

Los ácidos grasos poli-insaturados afectan grandemente
las respuestas inflamatorias debido a las sustancias que
producen. El ácido araquídico, derivados de los aceites
vegetales, incrementa las respuestas inflamatorias. En
contraste, los ácidos grasos omega-3 del pescado y los
mariscos, el EPA* y el DHA,* ayudan a refrenar la inflamación
descontrolada. El EPA compite con el ácido
araquídico, reduciendo la cantidad de productos inflamatorios
que se hacen. El EPA se convierte en compuestos
que son anti-inflamatorios en forma débil, reduciendo
más aún los síntomas de la inflamación.
Las enfermedades alérgicas se están incrementando en
los países occidentales. Es posible que la disminución en
el consumo de los omega-3 y de los antioxidantes (por
ejemplo, las vitaminas E y C), junto con el alto consumo de
ácidos grasos omega-6† provenientes de aceites vegetales,
favorezcan el desarrollo de alergias tales como el eczema,
el asma y la fiebre del heno. La reducción en el consumo
total de grasa y el consumo incrementado de los omega-3
están asociados con la mejoría en la función inmunológica y
síntomas menos severos en algunas personas con estas
condiciones.
Artritis reumatoide
En la artritis reumatoide el sistema inmunológico del cuerpo
se centra en las coyunturas, causando dolor, rigidez, hinchazón
y deformidades. Es tres veces más común entre las
mujeres que entre los hombres. El aceite de pescado se ha
estado usando durante muchos años para dar tratamiento a
la artritis reumatoide y ha ayudado a mitigar los síntomas
de rigidez, dolor e hinchazón de las coyunturas de las
mañanas. El aceite de pescado también reduce la producción
de sustancias inflamatorias y reduce la actividad de las
enzimas que corroen el tejido de las coyunturas. Sin embargo,
puede llevarse de 6 a 12 semanas antes de que se haga
notable alguna mejoría. También requiere dosis bastante
altas, en el orden de los 4 gramos de omega-3 (EPA y DHA)
o más al día. Esta cantidad es más de lo que puede obtenerse
de solamente alimentos y generalmente requiere el consumo
de 10 cápsulas o más al día o ingerir aceite de pescado
en forma líquida.
Agregar aceite de pescado a otros medicamentos para la
artritis tiene ventajas adicionales. Reduce la cantidad de
drogas anti-inflamatorias no esteroides que se necesita y
tiene muchos efectos protectores en la salud del corazón.
Además, no tiene efectos secundarios dañinos. Antes de
tomar grandes cantidades de aceite de pescado, las personas
deben consultar a su doctor, especialmente si están
tomando medicinas que adelgazan la sangre.
Asma
El asma es el resultado de una inflamación crónica de las
vías respiratorias. La condición afecta a aproximadamente
16 millones de estadounidenses adultos, pero con frecuencia
empieza en la infancia. Las personas con asma tienen episodios
de dificultades para respirar, jadear con un silbido,
quedarse sin aliento, opresión en el pecho y tos. Los problemas
respiratorios pueden estar provocados por alergenos,
sustancias irritantes en el aire (por ejemplo, humo), infección
y ejercicio.
Aunque hay muchos estudios sobre los efectos del aceite de
pescado en las personas con asma, los resultados son mixtos
e inconclusos. Muchos estudios encontraron un beneficio
bajo del consumo de cantidades moderadamente altas de
los omega-3. Sin embargo, varios estudios epidemiológicos
(observaciones que comparan la condición en un grupo con
otro grupo) indican que un bajo consumo de omega-3 y los
niveles en la sangre están vinculados a casos más grandes
de asma. Además, los alimentos que se consumen en la
mayor parte de los países occidentales, particularmente en
los EE.UU., tienen un alto nivel de los ácidos grasos que promueven
respuestas inflamatorias (aceites vegetales poli-insaturados)
y muy bajos en los omega-3.
Varios estudios con aceite de pescado adicionado, reportaron
que se redujeron significativamente las sustancias
inflamatorias, aún si no tuvieran efecto en los síntomas.
Investigaciones más recientes en pacientes asmáticos que
hacen ejercicio, reportaron que el consumo de aceite de
pescado durante 3 semanas antes de hacer ejercicio, mejoró
significativamente la función de los pulmones, redujo el uso
del broncodilatador y disminuyo la producción de sustancias
inflamatorias.
Varios estudios en niños con riesgo de asma sugieren que
consumir pescado en la primera infancia, puede reducir el
riesgo de desarrollar la condición, retardarla, o tuvo como
resultado síntomas menos severos. Los niños con un nivel más
alto de consumo de omega-3 de pescado y mariscos, tienen
menos jadeos con silbido y menos tos, en comparación con
los niños con niveles bajos. Los omega-3 no evitan la condición,
pero ayudan a hacerla menos severa.
Eczema
Otra condición alérgica inflamatoria es el eczema, una
enfermedad crónica de la piel que con frecuencia se relaciona
con antecedentes familiares. Algunas formas de
eczema, generalmente en pacientes con antecedentes familiares
de eczema, tienen un metabolismo alterado de los ácidos
grasos poli-insaturados que tiene como resultado una
producción más baja de sustancias anti-inflamatorias. En
varios estudios, el consumo de pescado o la adición de
suplementos con EPA y DHA dio como resultado síntomas
menos severos en las personas con la condición. Los aceites
de pescado redujeron la producción de sustancias inflamatorias
e incrementaron las que tienen efectos anti-inflamatorios.
Hay también reportes de alergias menos severas en infantes
y niños cuya madre consumió aceite de pescado durante el
embarazo. Sin embargo, los aceites de pescado no evitan el
eczema.
Queda mucho por aprender acerca de estas complejas
condiciones inmunológicas. Sin embargo, el consumo regular
de pescado o de suplementos de omega-3 puede ofrecer
algún alivio a los que sufren por eso.

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