Síndrome de sensibilidad central o Sensibilidad electromagnética. La alergia al wifi y al estrés
Síndrome de Sensibilidad Central: no me mande al psiquiatra! No estoy loca!
Pilar González Moreno 28.11.2017
El síndrome de Sensibilidad Central provoca una hiperrespuesta que se mantiene en el tiempo a pesar de la desaparición del estímulo y da lugar a una sintomatología compleja y variada, que se traduce en una o más de estas enfermedades: síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, colon irritable, sensibilidad electromagnética, sensibilidad química múltiple, cefalea…
Hay publicaciones que apuntan a que todos estos desórdenes, que se superponen, comparten un mecanismo biofisiológico de disregulación neurohormonal.
Estos problemas neurológicos provocan una sensibilización central, lo que supone cambios a nivel molecular, químico y funcional en el sistema nervioso central.
Todo ello provoca una amplificación y generalización de dolor y una intensificación de otras sensaciones, así como un dolor persistente a pesar de haber retirado el estímulo, conocido como el fenómeno wind-up.
La complejidad de este síndrome, tan desconocido como incapacitante y que se estima podría afectar a entre un 10 y un 20 por ciento de la población, ha sido objeto de debate de el I Congreso Europeo celebrado este mes de noviembre en Barcelona.
El evento, al que asistió EFEsalud, ha sido organizado por doctortoni.cat y Bufetmedic Manresa, con la colaboración especial, entre otros, de la Sociedad Española de síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC).
Esta organización científica agrupa a médicos de diferentes especialidades e investigadores que se ocupan del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que componen el síndrome.
Arrojar luz y concienciar a toda la sociedad de su existencia, así como compartir los últimos avances han centrado las ponencias de los expertos convocados: los doctores Joaquim Fernández Solà y Manuel Blanco Suárez, Coordinador de la Unidad Fatiga Crónica del Hospital Clínic de Barcelona y director médico de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, respectivamente.

EFE/Pilar González Moreno
La doctora Pilar Muñoz Calero, experta en Medicina Ambiental y Codirectora de la Cátedra Patología y Medio Ambiente de la Universidad Complutense de Madrid, y el doctor José Moreiro, Director Médico del Centro de Endocrinología, Nutrición y Antienvejecimiento (ENAE), de Palma de Mallorca.
José Alegre, profesor de medicina, internista y referente del grupo de Fatiga Crónica de la Unidad de SSC del Hospital Universitario del Valle de Hebrón (Barcelona) y Ceferino Maestú, director médico del Laboratorio de Bioelectromagnetismo (CTB), de la Universidad Politécnica de Madrid.
Síndrome de Sensibilidad Central: realidad compleja
Los facultativos han defendido que el porcentaje de la población con síndrome de Sensibilidad Central es lo suficientemente significativo como para que las administraciones sanitarias empiecen a tener en cuenta estas patologías “emergentes y aún infradiagnosticadas”, y han apelado para que se tenga en mente esta dolencia antes de enviar al psiquiatra a unos pacientes, que tardan 10 años, de media, en ser diagnosticados.
La realidad es que debido la complejidad del síndrome hay médicos de primaria que no saben a quién derivarlos y especialistas que no aciertan con el diagnóstico o los tratamientos.
Tampoco hay consenso médico, una vez que la OMS no reconoce algunas de las dolencias vinculadas al síndrome.
De momento en España. sólo Cataluña ha puesto en marcha unidades multidisciplinares en su red sanitaria pública para atender a estos pacientes, aunque parece que las cosas están empezando a cambiar.

Florencio Jiménez, paciente con síndrome de Sensibilidad Central.EFE/Pilar González Moreno
Entre los principales síntomas de esta patología están el dolor muscular, articular, de cabeza, síndrome del ojo seco, cistitis intersticial, cansancio, trastornos del sueño, depresión, sequedad, trastornos cognitivos, pruritos…
La Sociedad Española del Síndrome de Sensibilidad Central detalla estas dolencias:
Fibromialgia
La fibromialgia se caracteriza por la presencia de dolor crónico en distintas áreas del organismo, sin existencia de inflamación ni procesos degenerativos.
Actualmente se describe como razón fisiopatológica más importante el trastorno en el procesamiento de los estímulos, sobre todo los relacionados con el dolor, causando una sensibilización central a éstos y una disminución en el umbral, generando una hipersensibilidad generalizada.
Esto va a producir la aparición de sintomatología variopinta como los trastornos del sueño, la falta o ausencia de energía, los trastornos cognitivos, los trastornos digestivos y del sistema nervioso vegetativo, entre otros, que afectan la calidad de vida de las personas que lo padecen.

EFE/Javier Lizón
Generalmente, los pacientes con fibromialgia presentan otros síndromes asociados como el síndrome de colon irritable o el síndrome de vejiga irritable, por lo que relacionar la fibromialgia con el síndrome de Sensibilidad Central (SSC) es un punto de abordaje para la comprensión y el tratamiento de esta patología.
Fatiga crónica
En el síndrome de fatiga crónica se aprecia una fatiga intensa física y mental que no remite de manera significativa con el reposo y que empeora con el esfuerzo físico y mental. Es una enfermedad crónica y debilitante que comporta una reducción muy importante en la actividad del paciente.
Es de causa desconocida aunque en su etiología se han implicado múltiples factores desde los genéticos, estrés, hasta los ambientales e infecciosos.
Su prevalencia es constante en todas las comunidades: alrededor del 0,5%.
Las manifestaciones clínicas relacionadas son muy amplias y afectan múltiples órganos y sistemas. Destaca la fatiga cognitiva, el malestar post-esfuerzo y el trastorno del sueño como síntomas constantes y relevantes del SFC.
Sensibilidad a alimentos
La sensibilidad alimentaria es el resultado de una reacción del sistema inmunológico frente a algunos alimentos.
La aparición de esta sensibilidad no depende de la cantidad del alimento consumido, a diferencia de las alergias o intolerancias alimentarias. Los síntomas suelen estas asociados a la cronificación de la sensibilidad, es decir, a medida que la sensibilidad a cierto alimento aumenta los síntomas también se ven afectados de manera negativa.

EFE/Salvador Sas
En la sensibilidad alimentaria el sistema inmunológico detecta a ciertos alimentos como agentes agresores, generando reacciones donde se producen liberación de sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo.
Generalmente cuando los pacientes presentan sensibilidad a ciertos alimentos tienen síntomas similares, como cefaleas, hinchazón, dolor abdominal, dolor muscular, cansancio, fatiga y piel atópica, entre otros, y suelen mitigarse cuando el alimento que está causando la sensibilidad es retirado de la dieta por un periodo de tiempo prolongado.
La sensibilidad alimentaria está provocada por la alteración del equilibro de los niveles de histamina presente en el organismo, ocasionando un exceso o una acumulación de histamina en los tejidos.
Sensibilidad química múltiple
La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) es una enfermedad reconocida en España desde Noviembre de 2015 con el código ICD 995.3.
Es una afección adquirida de evolución crónica caracterizada por la presencia de síntomas de variada intensidad que aparecen ante la exposición a bajos niveles de sustancias químicas previamente toleradas por el mismo individuo o por la mayoría de la población.

EFE-Foto cedida por INEAMAD
El desencadenante puede corresponder a una simple exposición a altas dosis o la exposición múltiple y repetida a una o más sustancias. En el inicio de la afección las exposiciones que se describen con mayor frecuencia incluyen plaguicidas y solventes orgánicos.
Su incidencia ha sido progresiva en los últimos años. Más de un 15% de la población general presenta mecanismos de respuesta excesiva a algunos estímulos químicos o ambientales.
Los pacientes con sensibilidad química y ambiental múltiple con frecuencia presentan co-morbilidades en forma de fatiga crónica, fibromialgia, colon irritable, síndrome seco, cistitis irritativa y distimia. La presencia de estas enfermedades asociadas puede agravar la sintomatología propia de la sensibilidad.
Electrosensibilidad
La intolerancia ambiental idiopática atribuida a campos electromagnéticos es un conjunto de síntomas médicos adversos cuyo origen, según manifiestan los afectados, está en la exposición a campos electromagnéticos, aunque no existen pruebas que lo confirmen.
Los síntomas descritos informan de cefalea, fatiga, estrés, trastornos del sueño, síntomas cutáneos como picazón, ardor y erupciones cutáneas, dolor muscular y otros tipos de problemas de salud, como trastornos gastrointestinales, así como intolerancia a determinados alimentos e hipersensibilidad a un número importante de productos químicos.
Sea cual sea la causa, los síntomas son reales y la dolencia cuenta con una resolución europea , la 1815, que recomienda a los estados miembros del Consejo de Europa que tomen medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por las telefonías móviles y en particular a la exposición en niños y jóvenes.
Los campos electromagnéticos detonantes más comunes son provocados por: teléfonos móviles, antenas de telefonía, televisión, redes Wifi, Bluetooth, red eléctrica, mantas eléctricas, secadores de pelo, baterías recargables, teléfonos inalámbricos, luz fluorescente, bombillas de bajo consumo y microondas.
Migraña
La migraña es una enfermedad crónica que cursa con crisis de cefalea episódicas. Estas crisis se caracterizan por dolor hemicraneal de tipo pulsátil, producen náuseas y/o vómitos y habitualmente existe fotosensibilidad.
En un subgrupo de pacientes, los ataques se incrementan con el tiempo llevando a un cuadro denominado migraña crónica.
La migraña en su conjunto está encuadrada dentro de las 20 enfermedades más discapacitantes de todas las existentes.
Aunque su origen se sigue sin conocerse con precisión, se sospecha que intervienen fenómenos neurovasculares, que activan de forma episódica el sistema trigeminal, lo que causa los síntomas típicos de esta enfermedad.

Representación de un cerebro dentro de la exposición “Cerebros: la mente como materia”. EFE-Foto cedida por el museo Wellcome Collection
Sobre todo, los pacientes que sufren de migraña crónica, frecuentemente tienen también dolor de forma difusa y, de hecho, muchos de ellos cumplen criterios diagnósticos de fibromialgia.
La SESSEC ha pedido a la OMS que clasifique las enfermedades del síndrome de Sensibilidad Central, aprovechando que este año se revisa la clasificación internacional de enfermedades (CIE-10), cuya sustitución por la CIE-11 está prevista para 2018, ya que algunos de los síndromes citados no están reconocidos como enfermedades por la organización mundial.
Pilar González Moreno 28.11.2017
El síndrome de Sensibilidad Central provoca una hiperrespuesta que se mantiene en el tiempo a pesar de la desaparición del estímulo y da lugar a una sintomatología compleja y variada, que se traduce en una o más de estas enfermedades: síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, colon irritable, sensibilidad electromagnética, sensibilidad química múltiple, cefalea…
Hay publicaciones que apuntan a que todos estos desórdenes, que se superponen, comparten un mecanismo biofisiológico de disregulación neurohormonal.
Estos problemas neurológicos provocan una sensibilización central, lo que supone cambios a nivel molecular, químico y funcional en el sistema nervioso central.
Todo ello provoca una amplificación y generalización de dolor y una intensificación de otras sensaciones, así como un dolor persistente a pesar de haber retirado el estímulo, conocido como el fenómeno wind-up.
La complejidad de este síndrome, tan desconocido como incapacitante y que se estima podría afectar a entre un 10 y un 20 por ciento de la población, ha sido objeto de debate de el I Congreso Europeo celebrado este mes de noviembre en Barcelona.
El evento, al que asistió EFEsalud, ha sido organizado por doctortoni.cat y Bufetmedic Manresa, con la colaboración especial, entre otros, de la Sociedad Española de síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC).
Esta organización científica agrupa a médicos de diferentes especialidades e investigadores que se ocupan del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que componen el síndrome.
Arrojar luz y concienciar a toda la sociedad de su existencia, así como compartir los últimos avances han centrado las ponencias de los expertos convocados: los doctores Joaquim Fernández Solà y Manuel Blanco Suárez, Coordinador de la Unidad Fatiga Crónica del Hospital Clínic de Barcelona y director médico de la Unidad de Síndrome de Sensibilidad Central del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, respectivamente.

EFE/Pilar González Moreno
La doctora Pilar Muñoz Calero, experta en Medicina Ambiental y Codirectora de la Cátedra Patología y Medio Ambiente de la Universidad Complutense de Madrid, y el doctor José Moreiro, Director Médico del Centro de Endocrinología, Nutrición y Antienvejecimiento (ENAE), de Palma de Mallorca.
José Alegre, profesor de medicina, internista y referente del grupo de Fatiga Crónica de la Unidad de SSC del Hospital Universitario del Valle de Hebrón (Barcelona) y Ceferino Maestú, director médico del Laboratorio de Bioelectromagnetismo (CTB), de la Universidad Politécnica de Madrid.
Síndrome de Sensibilidad Central: realidad compleja
Los facultativos han defendido que el porcentaje de la población con síndrome de Sensibilidad Central es lo suficientemente significativo como para que las administraciones sanitarias empiecen a tener en cuenta estas patologías “emergentes y aún infradiagnosticadas”, y han apelado para que se tenga en mente esta dolencia antes de enviar al psiquiatra a unos pacientes, que tardan 10 años, de media, en ser diagnosticados.
La realidad es que debido la complejidad del síndrome hay médicos de primaria que no saben a quién derivarlos y especialistas que no aciertan con el diagnóstico o los tratamientos.
Tampoco hay consenso médico, una vez que la OMS no reconoce algunas de las dolencias vinculadas al síndrome.
De momento en España. sólo Cataluña ha puesto en marcha unidades multidisciplinares en su red sanitaria pública para atender a estos pacientes, aunque parece que las cosas están empezando a cambiar.

Florencio Jiménez, paciente con síndrome de Sensibilidad Central.EFE/Pilar González Moreno
Entre los principales síntomas de esta patología están el dolor muscular, articular, de cabeza, síndrome del ojo seco, cistitis intersticial, cansancio, trastornos del sueño, depresión, sequedad, trastornos cognitivos, pruritos…
La Sociedad Española del Síndrome de Sensibilidad Central detalla estas dolencias:
Fibromialgia
La fibromialgia se caracteriza por la presencia de dolor crónico en distintas áreas del organismo, sin existencia de inflamación ni procesos degenerativos.
Actualmente se describe como razón fisiopatológica más importante el trastorno en el procesamiento de los estímulos, sobre todo los relacionados con el dolor, causando una sensibilización central a éstos y una disminución en el umbral, generando una hipersensibilidad generalizada.
Esto va a producir la aparición de sintomatología variopinta como los trastornos del sueño, la falta o ausencia de energía, los trastornos cognitivos, los trastornos digestivos y del sistema nervioso vegetativo, entre otros, que afectan la calidad de vida de las personas que lo padecen.

EFE/Javier Lizón
Generalmente, los pacientes con fibromialgia presentan otros síndromes asociados como el síndrome de colon irritable o el síndrome de vejiga irritable, por lo que relacionar la fibromialgia con el síndrome de Sensibilidad Central (SSC) es un punto de abordaje para la comprensión y el tratamiento de esta patología.
Fatiga crónica
En el síndrome de fatiga crónica se aprecia una fatiga intensa física y mental que no remite de manera significativa con el reposo y que empeora con el esfuerzo físico y mental. Es una enfermedad crónica y debilitante que comporta una reducción muy importante en la actividad del paciente.
Es de causa desconocida aunque en su etiología se han implicado múltiples factores desde los genéticos, estrés, hasta los ambientales e infecciosos.
Su prevalencia es constante en todas las comunidades: alrededor del 0,5%.
Las manifestaciones clínicas relacionadas son muy amplias y afectan múltiples órganos y sistemas. Destaca la fatiga cognitiva, el malestar post-esfuerzo y el trastorno del sueño como síntomas constantes y relevantes del SFC.
Sensibilidad a alimentos
La sensibilidad alimentaria es el resultado de una reacción del sistema inmunológico frente a algunos alimentos.
La aparición de esta sensibilidad no depende de la cantidad del alimento consumido, a diferencia de las alergias o intolerancias alimentarias. Los síntomas suelen estas asociados a la cronificación de la sensibilidad, es decir, a medida que la sensibilidad a cierto alimento aumenta los síntomas también se ven afectados de manera negativa.

EFE/Salvador Sas
En la sensibilidad alimentaria el sistema inmunológico detecta a ciertos alimentos como agentes agresores, generando reacciones donde se producen liberación de sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo.
Generalmente cuando los pacientes presentan sensibilidad a ciertos alimentos tienen síntomas similares, como cefaleas, hinchazón, dolor abdominal, dolor muscular, cansancio, fatiga y piel atópica, entre otros, y suelen mitigarse cuando el alimento que está causando la sensibilidad es retirado de la dieta por un periodo de tiempo prolongado.
La sensibilidad alimentaria está provocada por la alteración del equilibro de los niveles de histamina presente en el organismo, ocasionando un exceso o una acumulación de histamina en los tejidos.
Sensibilidad química múltiple
La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) es una enfermedad reconocida en España desde Noviembre de 2015 con el código ICD 995.3.
Es una afección adquirida de evolución crónica caracterizada por la presencia de síntomas de variada intensidad que aparecen ante la exposición a bajos niveles de sustancias químicas previamente toleradas por el mismo individuo o por la mayoría de la población.

EFE-Foto cedida por INEAMAD
El desencadenante puede corresponder a una simple exposición a altas dosis o la exposición múltiple y repetida a una o más sustancias. En el inicio de la afección las exposiciones que se describen con mayor frecuencia incluyen plaguicidas y solventes orgánicos.
Su incidencia ha sido progresiva en los últimos años. Más de un 15% de la población general presenta mecanismos de respuesta excesiva a algunos estímulos químicos o ambientales.
Los pacientes con sensibilidad química y ambiental múltiple con frecuencia presentan co-morbilidades en forma de fatiga crónica, fibromialgia, colon irritable, síndrome seco, cistitis irritativa y distimia. La presencia de estas enfermedades asociadas puede agravar la sintomatología propia de la sensibilidad.
Electrosensibilidad
La intolerancia ambiental idiopática atribuida a campos electromagnéticos es un conjunto de síntomas médicos adversos cuyo origen, según manifiestan los afectados, está en la exposición a campos electromagnéticos, aunque no existen pruebas que lo confirmen.
Los síntomas descritos informan de cefalea, fatiga, estrés, trastornos del sueño, síntomas cutáneos como picazón, ardor y erupciones cutáneas, dolor muscular y otros tipos de problemas de salud, como trastornos gastrointestinales, así como intolerancia a determinados alimentos e hipersensibilidad a un número importante de productos químicos.
Sea cual sea la causa, los síntomas son reales y la dolencia cuenta con una resolución europea , la 1815, que recomienda a los estados miembros del Consejo de Europa que tomen medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por las telefonías móviles y en particular a la exposición en niños y jóvenes.
Los campos electromagnéticos detonantes más comunes son provocados por: teléfonos móviles, antenas de telefonía, televisión, redes Wifi, Bluetooth, red eléctrica, mantas eléctricas, secadores de pelo, baterías recargables, teléfonos inalámbricos, luz fluorescente, bombillas de bajo consumo y microondas.
Migraña
La migraña es una enfermedad crónica que cursa con crisis de cefalea episódicas. Estas crisis se caracterizan por dolor hemicraneal de tipo pulsátil, producen náuseas y/o vómitos y habitualmente existe fotosensibilidad.
En un subgrupo de pacientes, los ataques se incrementan con el tiempo llevando a un cuadro denominado migraña crónica.
La migraña en su conjunto está encuadrada dentro de las 20 enfermedades más discapacitantes de todas las existentes.
Aunque su origen se sigue sin conocerse con precisión, se sospecha que intervienen fenómenos neurovasculares, que activan de forma episódica el sistema trigeminal, lo que causa los síntomas típicos de esta enfermedad.

Representación de un cerebro dentro de la exposición “Cerebros: la mente como materia”. EFE-Foto cedida por el museo Wellcome Collection
Sobre todo, los pacientes que sufren de migraña crónica, frecuentemente tienen también dolor de forma difusa y, de hecho, muchos de ellos cumplen criterios diagnósticos de fibromialgia.
La SESSEC ha pedido a la OMS que clasifique las enfermedades del síndrome de Sensibilidad Central, aprovechando que este año se revisa la clasificación internacional de enfermedades (CIE-10), cuya sustitución por la CIE-11 está prevista para 2018, ya que algunos de los síndromes citados no están reconocidos como enfermedades por la organización mundial.