Protocolo AUTOINMUNE


 Protocolo autoinmune

El protocolo autoinmune se podría considerar una modificación de la dieta paleolítica indicada en casos de enfermedad autoinmune. La dieta paleo, para los que no han oído hablar de ella,  defiende la restricción de alimentos que entraron a formar parte de la dieta humana con la introducción de la agricultura (cereales, legumbres, lácteos y más recientemente comida procesada). La diferencia principal entre el protocolo autoinmune y la dieta paleo está en la restricción de algunos grupos de alimentos probadamente alergénicos y moduladores de la respuesta inmunológica en muchas personas: los huevos, los frutos secos, las semillas y las solanáceas (patatas, pimientos, berenjenas, tomates…).
La pirámide nutricional del protocolo autoinmune se basa en la densidad nutricional de los alimentos que la contienen. Estos son: carne, pescado y marisco, verduras, fruta y grasas saludables en el estado lo más cercano posible al natural –la comida procesada no entra en este grupo-. El ratio de macronutrientes (es decir, de hidratos de carbono, grasas y proteínas) no es importante en la dieta y debe ser adaptado a las preferencias personales y a la edad o la fase vital del individuo. Niños, deportistas o mujeres embarazadas, por ejemplo, necesitan una proporción mayor de carbohidratos. De todas formas se aconseja evitar una dieta alta en carbohidratos –la fruta también contiene hidratos…- para regular el nivel de azúcar en sangre, la insulina, la sensibilidad a la insulina, la leptina y la sensibilidad a la leptina. La mejor estrategia es incluir en cada comida grasas, proteínas y carbohidratos de bajo índice glucémico.
Los alimentos de origen animal –no procesados- comparten la base de la pirámide con los vegetales. Su alto contenido en proteínas, minerales (hierro, zinc, selenio, cobre, potasio, fósforo, calcio, magnesio, manganeso) y vitaminas (grupo B –especialmente B12-, A, D, E, K) los convierten en una fuente ideal de micronutrientes. En cuanto a los vegetales, también son una fuente primordial de micronutrientes y contienen sustancias antioxidantes –flavonoides y polifenoles- de las que carecen los productos animales. Ambos deben estar presentes en cada comida. Dentro del grupo de alimentos animales, las vísceras tienen un lugar prominente por su altísima densidad nutricional.
El equilibrio correcto entre ácidos grasos omega 3 y omega 6 se considera fundamental para mantener la inflamación bajo control (ratio 1:1 a 4:1 omega 6 a omega 3). Muy resumidamente podemos decir que el exceso de ácidos grasos omega 6 causa inflamación y desregula la flora intestinal. La deficiencia de ácidos grasos omega 3 exagera la respuesta al estrés aumentando la producción de cortisol, una hormona que en personas con una enfermedad autoinmune suele estar fuera de control. Para obtener una proporción correcta de omega 6 y omega 3 es preferible consumir carne de animales que hayan sido alimentados con hierba –o con el alimento más adecuado para su especie, en cada caso-, reducir el consumo de aves criadas en plantas industriales o consumir mayores cantidades de pescado azul graso que de otros pescados.
La frecuencia de comidas es personal, aunque se recomienda hacer sólo tres comidas diarias. Debe existir un equilibrio entre comer con la suficiente frecuencia como para mantener niveles normales de cortisol en sangre y sensibilidad a la insulina, pero también con la suficiente infrecuencia como para mantener la sensibilidad a la leptina y unos niveles elevados de grelina entre comidas. Tanto la insulina como la leptina y la grelina son hormonas fundamentales para la regulación del apetito y la glucemia.
Además de la dieta, un cambio en el estilo de vida que conlleve menos estrés es una necesidad de primer orden. Regular la producción de cortisol es uno de los objetivos principales de cualquier tratamiento autoinmune. El cortisol modula la respuesta inmunitaria, regula la permeabilidad intestinal e inhibe la síntesis de ACTH. Cuando los niveles de cortisol no son normales (demasiado altos o demasiado bajos) se desregula el eje hipotálamo-pituitaria-glándulas adrenales y se desarrolla resistencia progresiva al cortisol, dos factores de riesgo para la aparición y exacerbación de trastornos autoinmunes.
Antes de leer la lista de abajo, recuerda que de nada sirve eliminar una larguísima serie de alimentos si no compensas con otros alimentos cargados de micronutrientes (vísceras, verdura en abundancia) ni haces algo por controlar el estrés. Una dieta restrictiva sin movimiento, sin sueño de calidad -y en cantidad- y sin alimentos que te proporcionen suficiente energía, vitaminas, minerales y antioxidantes no es un buen tratamiento para una enfermedad autoinmune, es otra fuente de estrés.
Alimentos prohibidos
* Cereales: todos.
* Lácteos: todos
* Legumbres: todas, incluidas las judías verdes
* Aceites vegetales procesados & refinados: colza, maíz, soja, girasol, algodón, palma kernel, cacahuete
* Aditivos alimentarios
* Azúcares añadidos de cualquier tipo
* Azúcares de alcohol
* Edulcorantes no nutritivos
* Frutos secos y aceites de frutos secos
* Semillas y aceites de semillas
* Solanáceas y derivados: patatas, tomates, berenjenas, pimientos, chiles, etc.
* Huevos: evitar especialmente la clara de huevo
* Especias: especias en semillas, especias solanáceas (chiles, curry, paprika, pimentón, etc.
* Alcohol
* Café
¿Por qué se restringe el consumo de estos alimentos? Los grupos prescritos (cereales, legumbres, nueces, semillas y lácteos) son ricos

en ciertas proteínas (prolaminas y aglutininas en los cereales) e inhibidores de enzimas digestivos (mayoritariamente fitato y lectinas en cereales, legumbres, nueces y semillas) que aumentan la permeabilidad intestinal y sobrealimentan la flora, cuyos subproductos estimulan el sistema inmunológico. Las solanáceas son altas en glucoalcaloides, saponinas que aumentan la permeabilidad intestinal y estimulan el sistema inmune de forma significativa. La clara de huevo es rica en antinutrientes y otras proteínas que actúan como moléculas transportadoras de proteínas bacterianas a través de la pared intestinal.
Alimentos permitidos
* Carnes, aves, pescado y marisco (no procesados). Carnes curadas de buena calidad y sin aditivos. Aumentar el consumo de vísceras, gelatina y casquería y el preparado de caldos de huesos por su alto contenido en glicina
* Vegetales, setas y fruta (en moderación): todos, excepto las solanáceas en el grupo de alimentos restringidos. No es necesario evitar el consumo de vegetales goitrógenos (brócoli, coliflor, col rizada, etc.) mientras no haya deficiencia severa de yodo.
* Grasas de calidad (de primera prensada): aceite de oliva virgen extra, aceite de coco, aceite de aguacate, aceite de macadamia. Para cocinar: aceite de coco, grasa de cerdo, grasa de pato
* Alimentos fermentados/probióticos: chucrut, kéfir, kombucha –ricos en saccharomyces boulardii-
* Bebidas: agua mineral, agua carbonatada, agua con limón, infusiones, té de jengibre, té, leche de coco, kéfir de agua, kéfir de coco, kombucha
* Especias: todas excepto las de la lista de alimentos restringidos
¿Quieres un ejemplo de la dieta? Protocolo autoinmune – Ejemplo de dieta para enfermedades autoinmunes
Si quieres saber más…
1. Bengmark S. Gut microbiota, immune development and function. Pharmacol Res. 2013 Mar;69(1):87-113. doi: 10.1016/j.phrs.2012.09.002. Epub 2012 Sep 16.
2. Ballantyne S. The paleo approach. Reverse autoimmune disease and heal your body. 2013 V&B
3. Kharrazian D. Why do I still have thyroid symptoms when my lab tests are normal? 2010 Elephant Press
4. Wahls TL. The Seventy Percent Solution.Journal of General Internal Medicine2011;26(10):1215-1216. doi:10.1007/s11606-010-1631-3.
5. Wahls T. The Wahls Protocol: How I Beat Progressive MS Using Paleo Principles and Functional Medicine. 2014 Penguin

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