Tensión Muscular

Tensión muscular causada por la ansiedad


La tensión muscular es, con seguridad, uno de los síntomas de ansiedad más comunes. La vida cotidiana está llena de diferentes preocupaciones y el estrés pueden causar tensión muscular, incluso si no estamos conscientes de que estamos estresados.  Sin embargo, quienes sufren de ansiedad, pueden enfrentar una mayor dificultad para hacer que esa tensión desaparezca.
Pero ¿Por qué y cómo logra la ansiedad que los músculos se tensen? Pues bien, estas preguntas nos devuelven a una respuesta ampliamente mencionada cuando se habla de ansiedad. Se trata de la respuesta de lucha o huida, la cual está diseñada para hacernos reaccionar frente al peligro y nos prepara física y mentalmente para sobrevivir ante una amenaza. Esta respuesta hace que los músculos se contraigan por una simple razón: los músculos contraídos son una gran ventaja cuando tenemos que huir o pelear.
Cuando permanecemos sometidos a grandes cantidades de estrés por un tiempo, este se convierte en ansiedad y nuestro organismo se confunde, no distingue entre el estrés de una entrega en el trabajo atrasada o el temor a estar en frente de un animal salvaje. Al fin y al cabo, las señales que enviamos son las mismas y son señales que le indican a nuestro cuerpo que tenemos una situación demandante frente a nosotros y que los recursos con que contamos para hacerle frente son insuficientes.
Al recibir estas señales, el cuerpo se prepara con su “kit” de emergencia, disparando hormonas y una serie de reacciones que nos hacen más hábiles para correr o para pelear. De este modo las pupilas se dilatan, el corazón se acelera, las respiraciones de acortan y los músculos se tensan. La diferencia es, que al no haber una amenaza real, estos síntomas son muy confusos para la persona y el cuerpo encuentra más dificultad para relajarse nuevamente. Estar estresados continuamente, mantiene al organismo al límite y hace que esta contracción muscular se mantenga por más tiempo del que debería, causando, con el tiempo dolor, molestias y ciertos problemas de movilidad. Muchas veces, estos otros síntomas colaterales no hacen más que sumarse a la ansiedad previa.

¿Cómo aliviar la tensión muscular?

La tensión muscular, es simplemente eso, no importa si su fuente es que nos excedimos en el ejercicio o es nuestra ansiedad. Es importante buscar un tratamiento para la ansiedad, pues esto tiene muchos beneficios en muchos aspectos de la vida, sin embargo, en lo que a la tensión muscular se refiere, hay muchas técnicas que pueden ayudarnos a relajarlos:
Ducha caliente: Una ducha caliente -o un baño- es una buena manera de comenzar a relajar nuestros músculos. Lo que sucede es que el agua caliente es muy beneficiosa, pues ayuda a aliviar el dolor de la tensión y a la vez va relajando los músculos.
Masaje: Un masaje es una manera ideal de conseguir relajación muscular, en especial si buscamos a un masajista profesional que sepa como romper estas tensiones.
Yoga: La popularidad del yoga no es en vano. El yoga, además de aliviar la tensión muscular, puede ayudar a calmar la ansiedad por muchas razones. Sirve para relajarnos, es un ejercicio físico fuerte y nos enseña a respirar mejor.
Medicamentos: Si bien no es la recomendación más ideal, algunos medicamentos de venta libre pueden ayudar a controlar la inflamación en los músculos y en última instancia, reducir un poco el dolor.

El camino para el equilibrio

Todas las técnicas que mencioné antes son  efectivas para aliviar la tensión muscular, sin embargo, si tu tensión muscular es un síntoma de ansiedad, es muy importante que busques tratamiento para la misma, pues de no ser así, los músculos se tensarán de      nuevo.  Hay muchos tratamientos disponibles para la ansiedad, desde medicamentos y terapias hasta enfoques más naturales o alternativos. Yo personalmente necesité una combinación particular de técnicas naturales para superar la ansiedad y  de este modo desarrollé la guía Venciendo tu Ansiedad. 

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